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Worst to Best – Pink Floyd


Los 15 álbumes de Pink Floyd, ordenados del peor al mejor.

15. Ummagumma (1969)

Sin duda el peor álbum de Pink Floyd. Dividido en dos partes, una en vivo y otra en estudio, resulta difícil agarrarle cariño a los largamente psicodélicos y experimentales 86 minutos que dura en total. Incluso los mismos miembros de la banda han declarado que es horrible y un completo desastre.

Curiosidad: Para el disco de estudio, a cada integrante se le dio la cuarta parte del espacio total para que compusiera y produjera su propia música. La portada intenta reflejar estas piezas musicales que fueron creadas independientes entre cada integrante pero que conviven en un mismo espacio.


14. More (1969)

Pink Floyd - more

El soundtrack de la película More, aunque cumple su cometido como apoyo de arte visual, queda en desventaja frente a los demás álbumes de estudio que la banda compuso para ser apreciados como obras de arte independientes y simplemente sonoras.


13. The Endless River (2014)

Pink Floyd - The Endless River

Un disco sobrio que cierra de forma adecuada una de las mejores discografías que se hayan creado. La situación de no contar con letras se ve compensada con poderosas composiciones que reiteran el característico sonido pinkfloydiano que cautivó a miles de personas durante los 30 años en que existió la agrupación. Completamente nostálgico. Completamente melancólico.


12. Obscured by Clouds (1972)

Otro soundtrack compuesto por la banda. Esta vez, ya con la gran experiencia que habían desarrollado en las grabaciones de Atom Heart Mother (1970) y Meddle (1971), lograron dar cabida a ideas musicales revolucionarias y a la experimentación sónica que les gustaba intentar en cada producción. Al final, grabado en tan sólo dos semanas, el resultado es un gran soundtrack, aunque queda eclipsado frente a los álbumes de estudio de la banda.


11. A Saucerful of Secrets (1968)

Uno de los primeros álbumes de rock progresivo, con fuertes marcas de la psicodelia pura y dura, y con un Syd Barret enloqueciendo; probablemente uno de los álbumes más transgresores en la historia del rock, sin que ello implique ser de los mejores en la carrera de la banda.


10. Atom Heart Mother (1970)

Atom Heart Mother es una obra maestra atemporal que sí o sí debe ser apreciada, sin embargo, el ser parte de una discografía cuasi perfecta le hace quedar en una posición no tan privilegiada.

Curiosidad: El título del disco se refiere a una curiosa experiencia médica real, relacionada con la intervención de un corazón artificial (gracias a una pequeña pila atómica) en la recuperación de una mujer embarazada.


9. The Piper at the Gates of Dawn (1967)

Pink Floyd se presentaba ante el mundo con una joya inexplicable. Un viaje atronador y demoledor que cambió para siempre a la música contemporánea. Tal vez no cuenta con las composiciones tan sólidas que caracterizaron posteriormente a la agrupación, sin embargo, su importancia radica en la ruptura vanguardista que supuso para la época en la que salió.

Curiosidad: Paul McCartney siendo aún miembro de los legendarios The Beatles, clasificó en su momento el primer álbum de Pink Floyd como «arrasador».


8. A Momentary Lapse of Reason (1987)

De Pink Floyd ya no se esperaba mucho después de la salida de Roger Waters, sin embargo, en A Momentary Lapse of Reason encontramos sonidos magistrales que mantuvieron en alto la reputación de la agrupación.

Muchos dirán que este álbum no compite en lo absoluto con el resto de la discografía ya que es más un tercer álbum solista de Gilmour que un verdadero álbum de Pink Floyd, sin embargo y aunque a muchos moleste, la verdad es que este disco es una verdadera obra maestra subestimada por simples prejuicios.


7. The Final Cut (1983)

Otro álbum que es más cercano al de un solista (en este caso Roger Waters) que a uno de la banda. Inclusive se puede leer en la tapa trasera lo que verdaderamente es este disco: «The Final Cut: A Requiem for the Post-War Dream by Roger Waters performed by Pink Floyd».

La única placa de la agrupación dominada completamente por Waters, sin Richard Wright, con la agrupación fracturándose en su grabación, resultó ser la más oscura y al mismo tiempo un conceptual deleite sonoro.


6. Animals (1977)

Pink-Floyd-Animals

El movimiento punk veía con mala cara a todas las agrupaciones de rock progresivo, ya que según sus seguidores, el rock por definición era contracultura: debía ser la voz del pueblo, la voz de los relegados; y justamente el rock progresivo había convertido al rock en música culta y de tan compleja ejecución que sólo una parte de la sociedad podía tocarlo y entenderlo.

Animals, en parte, es la conciliación entre la filosofía punkiana y la complejidad técnica del rock progresivo, publicado justo en medio de una severa agitación sociopolítica británica y el auge del punk rock inglés.

 

Curiosidad: Animals está basado, en términos generales, en la fábula política de George Orwell «Rebelión en la Granja», donde varias castas de la sociedad están representadas a través de diferentes animales. La portada, del mismo modo, representa a través de diferentes simbolismos, al mundo capitalista contemporaneo sumergido en prácticas que sólo favorecen a las élites aristocráticas (cerdos); mientras que la clase trabajadora (ovejas) funcionan como sus esclavos industriales.


5. Meddle (1971)

Meddle generalmente es subestimado, sin embargo, la experimentación contenida en él abrió el camino para las joyas que posteriormente la banda realizaría.

Desde la profundidad de «One of These Days», hasta la bombástica «Echoes», la creatividad sale por todos lados. Un álbum de tan perfecta salud que inclusive hasta nuestros días puede percibirse toda la magnificencia que resultó ser para la época, además del gran estupor que causó. Una placa indispensable para entender la progresión del rock a través de su historia.

Curiosidad: Se dice que el tema «Echoes» (de 23 minutos de duración) fue compuesto con la intención de ser la banda sonora paralela del «Tercer Acto: Misión a Júpiter» de la película 2001: Una Odisea en el Espacio, estrenada en 1968.


4. The Division Bell (1994)

Lo que hasta hace unos cuantos años era el cierre perfecto de la discografía de Pink Floyd. Un álbum que, aunque no contaba con dos pilares fundamentales del sonido pinkfloydiano (Waters y Barrett), sí resumía los 30 años de existencia de la banda de una forma triunfal.

El disco trata sobre la comunicación humana, mostrando letras profundas y filosóficas que cautivan la mente de inmediato.

Curiosidad: El reconocido científico inglés Stephen Hawking colaboró en el tema «Keep Talking». ¡Él es el de la robótica voz que se escucha en el principio y durante el tema!


3. Wish You Were Here (1975)

Para algunos el mejor de la banda. Para muchos otros, incluyéndome, un disco muy emocional y perfecto. Wish You Were Here es tan grandioso que es una escucha obligada para cualquier amante del rock. Con su exploración de tópicos como la ausencia y la locura, el álbum es un homenaje a su amigo Syd Barrett, miembro fundador de la agrupación que se tuvo que separar en 1968 por su debilitada salud mental causada por el abuso de drogas.

Curiosidad: La pregunta ‘Oh, by the way, which one’s Pink?’, que forma parte de la letra de «Have a Cigar» fue realmente hecha a los integrantes del grupo por un ejecutivo de la EMI.


2. The Wall (1979)

Al igual que Wish You Were Here, The Wall llega a la perfección como álbum, sin embargo, este último es mucho más propositivo como concepto, por lo tanto, debe ocupar un mejor puesto.

Una hora con veintún minutos son suficientes para contarnos una de las historias más grandes que musicalmente se hayan creado. La ópera rock por excelencia.

Curiosidad: El solo de guitarra que ejecuta David Gilmour en «Comfortably Numb», usualmente es considerado como uno de los mejores en toda la historia del rock.


1. The Dark Side of the Moon (1973)

The Dark Side of the Moon tiene una magia tan indescriptible que cada vez que lo escuchas resulta en una experiencia catártica, a tal extremo que mueve cada filamento de tu alma.

Este, sin exagerar, es probablemente el mejor álbum de toda la historia de la música. (Ojo, álbum entendiéndolo como concepto y producto cultural).

Su concepto es tan trascendental, que descifrar los profundos mensajes contenidos en él lleva una vida entera. Es por ello que 41 años después de haber sido creado, sigue en completa vigencia y probablemente lo estará para siempre.

La complejidad del mundo contemporáneo abstraído en 43 minutos de sonidos bellamente conjugados.

Curiosidad: La mayor parte del álbum se grabó en una vieja cinta de los Beatles, donde probablemente habían grabado el álbum Help (1965). Al final de «Eclipse», se puede oír algo de «Ticket to Ride» de los Beatles.