Imagina ser Damon Albarn, líder de 2 bandas icónicas como lo son Blur y Gorillaz, y no sentirte satisfecho con tu vida, solo sentirte triste y solo, como recientemente lo ha confesado en una entrevista.
De esto nos habla el mismo Damon en el nuevo álbum de Blur, The Ballad of Darren, el cual aborda en las letras un sentimiento de desesperanza ante el paso del tiempo.
Y todo este concepto ha sido influenciado por el hecho de que durante 20 años Darren Evans, amigo y guardaespaldas de Damon Albarn, lo estuvo presionando para que completara una demo que le gustaba. Esa canción se ha convertido en «The Ballad», track que abre el disco, y que, más allá de servir como homenaje para crear el título del álbum, también ha sido el detonante para cuestionarse sobre el insoportable paso del tiempo
Acabo de mirar en mi vida. Y todo lo que vi fue que no vas a volver.
The Ballad
El homenaje a Darren no se ha limitado al nombre del disco. Hay una foto de él en el arte del álbum e incluso en algunos conciertos en vivo la banda vendió una máscara con la cara de Darren.
The Ballad of Darren es una mirada nostálgica al pasado que hace a Damon reflexionar todo el tiempo sobre quién es y quién ya no es. En «Barbaric» y «Russian Strings» narra sobre la transformación y el sentimiento de no conocerse ni saber a dónde ir, en una clara crisis de edad.
He perdido la sensación que pensé que nunca perdería.
Barbaric
Ahora, ¿adónde voy?
¿A qué precio, el sentimiento que pensé que nunca perdería?
Es bárbaro.
Pero en sí, durante todo el disco, Albarn nos demuestra la crisis de edad en la que se encuentra atrapado, hablando de manera honesta e íntima sobre una melancolía a lo que fue y a lo que pudo haber sido. Un viaje de búsqueda para intentar encontrarse consigo mismo nuevamente.
Muchos fantasmas vivos en mi mente.
The Everglades (For Leonard)
Muchos caminos que desearía haber tomado.
En el disco, Damon se sincera y también habla sobre sus adicciones y sobre el alcoholismo destructivo de Coxon, sobre el proceso general de envejecimiento y el encuentro con un nuevo yo, sobre el desgaste de su relación con su novia, que tan solo unos días después del lanzamiento del álbum se ha confirmado su divorcio, y sobre la dificultad de trascender sin sentirse triste y solo.
Sí, parece que aunque seas el líder de 2 bandas tan icónicas como lo son Blur y Gorillaz, siempre se tiene esta experiencia humana de insatisfacción y tristeza constante.
The Ballad of Darren, suena tranquilo, relajado, minimalista y con poco rango de experimentación. Una colección, justamente como el título nos lo insinúa, de baladas lounge pop que nos recuerdan al drástico cambio de sonido que los Arctic Monkeys vivieron con su Tranquility Base Hotel and Casino. Y que de hecho inspiró al vocalista de la banda en su forma de cantar para este disco.
Es un álbum que juega con muchas más guitarras que los más recientes de los Arctic, y que no tiene influencias tan marcadas de jazz o de soul blue eyed, pero aún así es un álbum easy listening bien cohesionado en el que no hay ninguna sorpresa sonora, sin que eso sea necesariamente malo.
La comparación con Tranquility Base y los Arctic no es gratuita. Damon mencionó en una entrevista su admiración por Arctic Monkeys, y de hecho, él mismo fue el que inició la comparación al hacer mención de su cambio de registro hacia graves, justo como Alex lo hizo. James Ford, famoso productor de Arctic Monkeys también se encargó de la producción de este álbum de Blur, por lo que parece que no es coincidencia.
«Russian Strings» es la muestra más clara de esta similitud en sonido con el actual sonido de los changos.
Y muchos fans no se han tomado muy bien este cambio de sonido. De hecho, parece que se han formado dos bandos, los que les ha molestado el sonido “aburrido” de este nuevo álbum, y los que lo consideran un regreso triunfal y maduro de la banda.
A ver, tampoco es que Blur sea una banda especialmente caracterizada por tener un sonido pesado o acelerado. Pero sí es una banda que nos tiene acostumbrados a ciertos riesgos sonoros que no se encuentran en este disco. Álbumes como 13, Blur o Think Tank, considerados la cumbre de la carrera de la banda, contaban con muchos momentos de experimentación que los hizo ser considerados álbumes de art rock. Y The Ballad of Darren difícilmente puede ser considerado un disco de rock. Es un álbum de lounge pop con baladas hechas para piano, pero con acompañamientos de guitarras, violines, cellos, trombones y trompetas que le dan una identidad profunda, íntima, personal y con la música más accesible que Blur haya hecho.
En conclusión, The Ballad of Darren es un álbum que se siente honesto, alineado a experiencias y sentimientos reales de las reflexiones de cincuentones que aún teniendo una carrera musical exitosísima, no encuentran su lugar en el mundo. Un disco en el que se reinventan para lograr transmitir toda la melancolía y nostalgia que sienten por el pasado. Una experiencia que no abusa de su legado sonoro, sino que lo amplía para continuar siendo vigentes.
No es el mejor disco de Blur. No es el más divertido, ni el más emocionante. Tampoco es el más atrevido ni el más innovador. Pero sí es uno que si se le da la oportunidad en el momento correcto, puede ser una experiencia transformadora que se siente real en un mundo que se consume día a día en la artificialidad.
