Trece años han pasado desde que Arcade Fire sacudió la escena indie con el lanzamiento de Funeral (2004), su álbum debut que, debido a su belleza melancólica y a su divertido jugueteo con diversos instrumentos de orquesta, empezó a ser considerado un álbum de culto. Conformé avanzó la carrera de la banda, los canadienses demostraron que la calidad de su debut no fue pura casualidad. Ahora, con una sólida experiencia que los respalda, Arcade Fire muestra al mundo su quinto álbum de estudio, el cual pretende ser una nueva reinvención en su sonido y un paso más hacia la trascendencia. Sin embargo, la mayoría de las veces no es el perfeccionamiento de la técnica y la experiencia lo que hace a una obra «bella», sino su capacidad de sorprendernos para sembrar un mensaje trascendental en nosotros, y aunque Everything Now lo intenta con buenos recursos, el resultado final no es lo suficientemente atractivo, por no decir que en realidad es aburrido.
Pero primero contextualicemos: Everything Now es la continuación de Reflektor, un disco que se alejó del característico pop barroco que hasta ese momento la banda había mostrado con majestuosidad. El álbum se tiñó de sonidos muy bailables y eléctricos, inspirados en la música del caribe. Para la ocasión, la banda solicitó la ayuda del frontman de LCD Soundsystem, Peter Murphy, el cual se encargó de empalmar todo en un sonido pulcro y muy avant-garde. El resultado fue bastante bueno, lo suficiente para ganar el reconocimiento como uno de los mejores discos del 2013 por varias publicaciones. La evolución obvia en el sonido de la banda fue continuar por este camino, algo que los integrantes tenían muy presente desde que iniciaron las grabaciones de Everything Now. Lamentablemente, al último trabajo de los canadienses le ha tocado pagar el precio de ya no ser sorpresivo y limitarse a ser una experiencia sonora repetitiva y sin mucho chiste, aunque perfectamente ejecutada.
¿Cuáles son los puntos a favor del disco? Everything Now tiene el mensaje adecuado. Narrativamente, el disco es una crítica a la cultura de la demanda y el consumismo exacerbado, de ahí el título «Todo ahora». La banda nos canta sobre el absurdo mundo capitalista en el que se desenvuelve el humano de la actualidad, enfocado en conseguir el mayor número de bienes en lapsos de tiempo ridículos, sólo para poder pretender tener felicidad. Conforme el disco avanza, escuchamos diferentes historias cotidianas que nos muestran cómo en la vida occidental actual, intentamos llenar nuestros vacíos con banalidades, buscamos conexiones humanas «reales», nos odiamos a nosotros mismos y varias situaciones con las que, lamentablemente, es muy fácil identificarse y «conectar». Sin embargo, donde el disco nunca termina por enganchar es en su sonido.
Para reforzar el mensaje general, la banda ha optado por crear canciones pop y disco que le dan en todo momento un aire profundo de superficialidad. Sin embargo, el sonido no es lo suficientemente contundente, haciendo parecer que la banda no se toma en serio lo que dice, y es ahí donde empiezan los problemas del álbum. De hecho, muchas veces el sonido es tan repetitivo, cliché y predecible, que termina por aburrir.
Everything Now: Un disco perfectamente aburrido
Las primeras tres canciones del disco, con sus tonos sosos e insustanciales, reflejan fielmente lo que podemos encontrar en los 47 minutos que dura la placa. «Creature Comfort» tal vez es la mejor canción del disco al presentarnos un sonido un poco más propositivo. «Chemistry» e «Infinite Content» repiten tantas veces sus líneas, que elevan al infinito el nivel de martirio que cualquier otra canción de la banda podría generar en alguien. Durante la recta final del disco, desde «Electric Blue» hasta el track final, «Everything Now (Continued)», el disco hace un pequeño intento de recomponerse con sofisticación, aunque tampoco es que verdaderamente lo logre.
Parece que Arcade Fire se ha tomado tan en serio crear un disco técnicamente perfecto, que se han olvidado de dotarlo de una esencia cautivadora. Aunque Thomas Bangalter de Daft Punk, Steve Mackey de Pulp y Geoff Barrow de Portishead ayudaron en la producción, no hay mucha emoción en los engranes de Everything Now. Lejos está la emoción plasmada en piezas que ahora son clásicos como «Rebellion (Lies)», «No Cars Go», «Neon Bible» o «The Suburbs».
El resultado final no es un desastre ni mucho menos. Simplemente termina siendo un disco aburrido para lo que representa Arcade Fire, a tal punto de ser el peor de su carrera, una carrera en donde sólo nos habían mostrado piezas perfectas con las que ya era demasiado desafío competir.