Lo increíble de untitled. unmastered, es que, pese a ser una obra que abarca un amplio espectro de sonidos y géneros, se engranan tan bien entre ellos que se solidifica adecuadamente la experiencia, formándose un álbum consistente y bueno.
Una de las bandas más propositivas que ha visto el nuevo milenio, está lanzando una nueva producción discográfica, la cual continúa un legado ambicioso y honesto, pero que lamentablemente pierde todo el factor sorpresa que hasta este momento habían podido generar.
Seductor y provocativo, la agrupación nos sorprende al entregarnos una placa tan buena que no se vale de la nostalgia ni de las modas para existir.
Probablemente el debut más esperado del año no fue un resultado tan satisfactorio como se esperaba que fuera.
Su estado limpio de drogas y el mejoramiento de sus hábitos cotidianos ha generado que sea capaz de entregarnos verdaderos himnos a la belleza, la felicidad y la frescura, con una elocuencia y fluidez digna de merecer estar entre los mejores discos del año y probablemente de la década.
Al igual que todo lo que han hecho, el disco sigue una fórmula progresiva que muestra bellos paisajes limpios, secos y tranquilos que llegan a explotar intensamente en refinados coros excelentemente bien trabajados por Philippakis, y en alguna que otra extravagancia instrumental.
Reseñamos el álbum de Wolf Alice que ha causado revuelo gracias a ciertas reseñas que lo posicionan como el mejor en mucho tiempo.