La neta es que, en términos generales, Will of the People es un disco muy aburrido de escuchar. Tenemos mucho synth, electrónica, algunos momentos que evocan al dubstep, incluso cosas como industrial y demasiados coros superpuestos reminiscentes a «Bohemian Rhapsody» de Queen, sin embargo, por más géneros que hayan querido mezclar, todo se siente extraño, robótico y poco atractivo.
El peor disco en la carrera de Muse
Es el peor disco de Muse y no podría sorprendernos menos, sobretodo porque ha sido muy obvia la decaída de ideas verdaderamente atractivas en la carrera de la banda. Es inevitable sentir nostalgia por las primeras producciones de Muse y no dejar de pensar en qué le pasó a una de las bandas más interesantes de su generación.
Pero, ¿qué es lo que hacía tan especial a los primeros álbumes de Muse? Por qué, aunque la banda sigue demostrando una maestría técnica impecable en sus nuevas producciones, simplemente son incomparables con su debut, con Absolution o su obra maestra, Origin of Symmetry, recientemente remezclado de una manera única para celebrar su vigésimo aniversario.
En sus primeros discos, el desarrollo musical y vocal de las canciones, conforme van transcurriendo, se sienten fluidos, sinceros y creativos. Por una parte, toda la instrumentación, casi siempre ordenada de forma progresiva, funciona como la base perfecta para que Matt proyecte su voz con muchísimos matices y sentimientos que se sienten sinceros acorde a lo que está cantando. Sin embargo, muy probablemente desde Drones, pero más en Simulation Theory y ahora en Will of the People, la voz de Matt está mucho más enfocada en artilugios artificiales, en demostrar una epicidad que se siente falsa y no en conectar con un mensaje poderoso. Por ejemplo, las reminiscencias guturales al nu-metal y death metal en «Kill or be Killed», no terminan de cuajar con ninguna idea que se esté transmitiendo. O la lamentable «You Make Me Feel Like It’s Halloween», una extraña pieza que parece más parodia que otra cosa. De pena ajena. De hecho, es una canción que pareciera tener un mensaje infantilizado, algo que ya venía pensado que estaban haciendo desde Simulation Theory, pero que hasta este momento es mucho más obvio. Toda la estética visual y sonora de Simulation Theory me parecían enfocadas a agradarle a un público menor de edad que había disfrutado de la tendencia propuesta por productos como Stranger Things.
Lamentablemente, la exploración musical que han hecho en sus nuevas producciones no es emocionante, y Will of the People no es la excepción. Nuevamente, ocupan muchos artilugios que parecen mucho más enfocados en una demostración de saturación de cosas que de verdad en contar algo que sea memorable. Melodías poco reconocibles y armonías saturadas que se sienten simuladas. Proezas operísticas que cuando lo hacía Queen se sentía cool, pero 40 años después se siente muy poco orgánico y bajo una imitación o inspiración, como quieran llamarle, que termina siendo muy obvia y también muy chafa. Y de hecho también hay una copia extraña a «The Beautiful People» de Marilyn Manson, y eso también está muy chafa.
Muchos sonidos, muchas influencias pero poca innovación
Por ello, la innovación me parece muy poca, remezclando y jugando con muchas influencias pero de una manera en donde no se apropian de ellas para dotarles de una esencia Muse o de reinterpretarlas para llevarlas a nuevos horizontes, limitándose a ocupar elementos de muchos géneros y sonidos y poniéndolos juntos sin que cuaje de ninguna forma. Hay mucho glam rock y para mí eso significa que debería catalogarse a esta producción como un disco de pop con guitarras de rock. En la odiosa «You Make Me Feel Like It’s Halloween» decidieron ocupar por primera vez desde «Megalomania» un órgano de iglesia, solo para desperdiciar la oportunidad terriblemente.
En cuanto a producción, Muse es una de las bandas más experimentadas del mundo en técnicas de grabación, edición y mastering, y por supuesto que todo suena técnicamente muy bien, pero también demasiado artificial, sí, justificado por un concepto post-apocalíptico, que tiene que ver narrativamente con la inestabilidad de la cultura occidental y del mundo como lo conocemos actualmente, pero sabemos que ahí atrás hay mucho desperdicio de talento que podría sonar más anáogo y orgánico.
Hablando de su narrativa, sabemos que Muse históricamente ha explorado temas muy relacionados a conspiraciones, sci-fi y futuros distópicos, y aunque esa semántica se mantiene, pero también lo hace de manera muy obvia, planteando escenarios que dejan poco a la interpretación y que son más bien cuadros de mundos ficticios que no conectan de ninguna forma con el escucha, solo para terminar la experiencia con «We Are Fucking Fucked», una canción fatalista que dice que básicamente no hay nada que hacer en la crisis actual y que estamos jodidos.
Una experiencia pobre con poco que rescatar
Obviamente no todo es malo. Hay algunos momentos rescatables pero se limitan a ser simples fragmentos de canciones. Personalmente lo considero una experiencia muy pobre sin que haya ni una sola canción que sea rescatable o que me den ganas de ponerla en alguna playlist.