Crawler es el lanzamiento más reciente y la consagración final de IDLES, una de las últimas grandes bandas de rock. Sus tres trabajos previos, Brutalism (2017), Joy as an Act of Resistance (2018) y Ultra Mono (2020) fueron brutales experiencias de rock y punk (aunque ellos mismos digan que no lo son) con los que ganaron mucho reconocimiento internacional. Con Crawler , la banda ha decidido ampliar su sonido hacia terrenos más experimentales, demostrando que está hecha para hacer música alejada de etiquetas, siendo capaz de reinventarse para posicionarse como uno de los actos más llamativos e interesantes de los últimos años.
Debido a que no pudieron salir a promocionar Ultra Mono por la pandemia, emprendieron la composición de un nuevo álbum inspirado principalmente en el crecimiento personal que ha tenido su vocalista Joe Talbot desde que se convirtió en padre en 2017, y quien, después de una vida llena de excesos, ha llegado a sus 37 años con una extraña resaca ante la vida.
Me encanta que este nuevo trabajo esté más orientado a algo que podríamos definirlo como art rock, con muchos ornamentos y arreglos que se alejan la estética de una experiencia de punk tradicional como en sus trabajos previos, pero, sin dejar de lado la energía, furia y rabia que tanto les ha caracterizado. Para explicar mejor a lo que me refiero, basta con ver por ejemplo, que han disminuido los tempos promedio de las canciones de este disco respecto a otras canciones de su discografía.
Riffs memorables de guitarras están ausentes, en vez de ello, hay muchas guitarras distorsionadas que tocan encima de ritmos descompuestos y rotos, algo que canaliza de buena forma las emociones tan intensas sobre las que cantan, como traumas, adicciones, y un renacimiento a la vida después de accidentes fatales.
Otra cosa que podría dar una mejor idea de la evolución que representa este disco en el sonido de la banda, es el rango más amplio de estilos, sonidos, texturas e ideas con las que IDLES ha trabajado esta vez para crear un álbum de noise, hardcore punk, avant garde, post-punk, e incluso dance-punk. Tal vez es un trabajo que debería ser sustraído de etiquetas para simplemente disfrutarse por sí mismo. Para muestra esa joya llamada «Progress», tal vez mi track favorito del disco.
Crawler es el disco más introspectivo y profundo de IDLES, y también el menos accesible. De hecho, toda la estridencia y las atmósferas pintadas con oscuridad, y la profundidad reflexiva en las letras, hacen que Crawler sea lo más complejo, fascinante y el punto más alto en la carrera de la banda. Un álbum que no es para todos, pero que hay mucha belleza en él.
Creo que sólo hay una forma de finalizar esta reseña, con la misma línea que finaliza el álbum: «In spite of it all, life is beautiful».