Sin ser demasiado arriesgado ni un disco que vaya a cambiar el panorama de la industria mainstream, el álbum debut de Billie Eilish, When We All Fall Asleep, Where Do We Go?, cumple a secas con las expectativas que se habían generado en torno a la que se considera la nueva promesa del pop.
No, para nada es un disco malo, al contrario, es bueno y entretenido, pero sí que ha fallado en un puñado de cosas que se pudieron haber evitado.
When We All Fall Asleep: El álbum debut de Billie Eilish es más pop de lo que nos gustaría, y eso nos pone a dormir.
En primer lugar, y creo que es el “error” más grande, (entre comillas error, porque, como saben, esto de la percepción es subjetiva y aquí no hay absolutos) tenemos una completa falta de dinamismo durante el disco. Me refiero específicamente a que el espectro musical en el que se mueve Billie Eilish es bastante pobretón. Durante toda la experiencia se reciclan muchos elementos, haciendo que se sientan muy largos los 43 minutos que dura el álbum. Sí, hay una notoria falta de ideas musicales en muchos momentos, algo que al final termina por pasarle una gran factura a su trabajo.
Mucha culpa de la falta de dinamismo de la que hablo la tienen los pocos instrumentos que se han usado. No está mal para ser un disco minimalista, pero la verdad, no hay nada que nos revele que la intención era esa. Así que tenemos unas percusiones súper planas, unos instrumentos acústicos aburridos y básicamente desaprovechados, dejándole todo el peso a la producción electrónica, la cual lo ha hecho muy bien creando atmósferas inmersivas, aunque sin ser especialmente espectaculares.
En segundo lugar, y va muy relacionado con el punto anterior, es que es un disco que no arriesga nada. Su hermano productor, la artista, todos juntos, o no sé quién, decidió (con intenciones o sin ellas), hacer un disco POP al 100% con todo lo que ello implica (repetir fórmulas probadas). La poca originalidad sonora para presentarnos las historias que cuenta Eilish tiene como resultado un disco que probablemente no trascenderá el paso del tiempo. Es decir, tenemos un disco que además de ser monótono, lo que presenta ya lo hemos escuchado en otros artistas mainstream de manera muy similar (y en ella misma también). Lo peor es que la actitud de la artista y sus recursos visuales han creado una marca que pretende ser “alternativa” y «oscura», pero que se siente desconectada de muchas de sus canciones pop.
Su EP Don’t Smile at Me (2017) creo que era más arriesgado y esto es bastante decepcionante.
Pero hablando de cosas buenas que tiene el disco, está el magistral uso de los silencios. Vaya, para ser un disco pop, que sale en pleno 2019, es hasta cierto punto un hito la permisividad que se da Billie para meter silencios en tantos compases del disco. Sí, los silencios son un recurso bien usado, pero también es cierto que, como ya escribí, es uno de los tantos elementos que se reciclan y sobre-explotan una y otra vez.
Otra de las cosas buenas, y esto es algo que ya todos saben, es el carisma que tiene Eilish para cantar, presentarnos sus historias y… vaya, sólo ser ella misma. Básicamente en esto se sustenta la placa, y solo por ser ella, lo vale.
Pero lo mejor del debut de la artista californiana son los cautivantes escenarios súper densos, bajos y graves con los que suele envolver las historias que nos va narrando. Este es la característica principal con la que Eilish ha conquistado su legión de fans durante los pocos años de carrera que lleva, conectando un mundo de influencias trap, heavy, sub-bass; con letras de alguien que no encuentra mucho sentido a aparentar ser, a las drogas, al rechazo, a la religión, a la sexualización, etc…
En conclusión, para ser el álbum debut de una artista de 17 años, When We All Fall Asleep, Where Do We Go? es un disco decente, pero que pudo haber sido mucho mejor, sobre todo tomando en cuenta que su EP debut ya nos había dado una mejor muestra de lo que Eilish es capaz de hacer. Tal vez en su siguiente disco se atreva a más.
Billie Eilish, quien al momento de lanzar este disco cuenta con 17 años de edad, es una cantante y compositora estadounidense. A la edad de 11 años, Eilish comenzó a escribir y cantar sus propias canciones. En 2015 publicó su primer sencillo en SoundCloud «Ocean Eyes», lo que le hizo ganar notoriedad. En 2017 publicó su EP debut Don’t Smile at Me, el cual la catapultó finalmente al mainstream mundial.