4 discos de reggaetón, música académica, pop, y electrónica experimental lanzados durante 4 días seguidos. Así de ambicioso ha sido como ha concluido su último proyecto Arca, la artista experimental venezolana, quien ha sorprendido a todos al mostrar de forma tempestiva las continuaciones del álbum que lanzó hace un año, Kick i, convirtiendo este proyecto en un quinteto de álbumes que exploran diferentes temas como identidad, sexualidad, transexualidad, etc; todo a través de muchísimos géneros como el pop, reggaetón, trap, dance, cumbia, noise, música académica; envolviéndolo, como es tradición en ella, con muchísima experimentación electrónica y teatralidad vocal.
Tanto musical como visualmente, el proyecto empuja hacia el futuro muchos de los gustos de Arca, creando una experiencia adelantada a su época y que, aunque no es para todos, sin duda influirá decisivamente en los próximos pasos que artistas del pop, hip hop y reggaetón tomarán en el futuro.
Cada uno de estos discos tiene una identidad sonora muy particular. Ya habíamos escuchado la primera parte de este proyecto hace un año, en donde colaboraban en diferentes canciones Sophie, Rosalía y Björk. Muy enfocado en el pop experimental, estuvo considerado por Pitchfork y Stereogum como uno de los mejores discos del 2020.
Hablando de los 4 discos restantes que ahora ha lanzado la artista y que completan la colección, puedo decir que Kick ii está mucho más enfocado en el reggaetón experimental, con ritmos latinos que se combinan de forma extravagante con mucha distorsión y vocales glitcheadas. Probablemente junto con Kick i es el trabajo más accesible de la colección y también el más emocionante al mostrar las posibilidades aún desconocidas de un género que ha sido estigmatizado como pobre, estúpido y simplón.
Kick iii es mucho más oscuro y nos presenta ambientaciones electrónicas que juegan con el rap, el industrial, el noise y el IDM; de hecho, ha sido descrito por la misma Arca como “un portal directo a las paletas de sonidos más maníacas, violentamente eufóricas y agresivamente psicodélicas de y la parte más incendiaria del universo Kick». Es sin duda el menos accesible y probablemente en donde la artista se ha dado más libertades para lograr transmitir toda la locura electrónica que ya es un sello en su carrera como productora.
Kick iiii es mucho más relajado e instrumental. Un trabajo en donde el foco se lo llevan los sintetizadores y pianos, quienes en conjunto con vocales suaves y etéreas, construyen las experiencias más «ambientales» de esta colección. Verdaderamente sorprende por el uso tan maravilloso que le ha dado a los diferentes efectos vocales, los cuales hacen que la voz se funda como parte de la misma instrumentalización, haciendo irreconocible en muchos momentos lo que está cantando, pero creando igualmente emociones poderosas.
Finalmente, Kick iiiii es el más melódico, orgánico, instrumental, operístico y nostálgico de todos. Muy parecido a lo que ya nos había entregado Arca en trabajos como su homónimo del 2017 o en el EP que lanzó este mismo año, Madre; este es un álbum académico centrado en piano e instrumentos de cuerda. Es donde Arca retoma los estudios que ha tenido dentro de la música clásica, haciéndolo de manera fascinante y cerrando de manera muy emocional toda una experiencia que se siente fresca, poderosa y futurista.
Este proyecto musical es una verdadera locura. Una obra maestra de la época contemporánea que seguirá moldeando el sonido del futuro. No por nada Arca se ha convertido ya en un referente de la producción musical en la actualidad al haber contribuido en la construcción del sonido de álbumes tan decisivos y emblemáticos de esta generación como lo son Yeezus de Kanye West, LP1 de FKA Twigs, Take Me Apart de Kelela o Vulnicura y Utopia de Björk. Pero ahora, con una Arca que se ha guardado lo mejor para su propia carrera solista, solo es cuestión de tiempo para que el mundo aclame y valore la enorme influencia que está generando en la música de la actualidad y seguramente en la música del futuro.
Salve la diosa Arca.