El tercer disco es, en muchas ocasiones, el punto más álgido en la carrera de los artistas. Si alt-J ya nos habían entregado dos producciones magistrales, era de esperarse que su tercer álbum de estudio estuviese, cuanto menos, a la misma altura. Vale, que para reseñar un disco no se puede llegar con ningún tipo de expectativa, pero la cuestión es que estamos hablando de alt-J, la banda que ha hecho el que es, probablemente, el mejor disco de la década. Lamentablemente no, la banda no ha cumplido con las expectativas generadas aunque el resultado es bastante disfrutable y no tan desastroso como algunas publicaciones musicales lo han hecho ver. Así que en esta reseña intentamos desentrañar a RELAXER, poniendo sobre la mesa todo lo que el tercer álbum de la banda ofrece verdaderamente.
El nombre del más reciente material de la banda ya nos ilumina sobre el significado de la obra y las pretensiones que tuvieron durante su creación: generar una obra de RELAJAMIENTO. ¿Por qué? Tal vez una consecuencia del momento histórico en el que vivimos, con una sociedad agitada, súper urbanizada y cansada que merece despejar su mente; o tal vez por la fatiga que la banda sufrió después de la pérdida de un integrante; o tal vez porque siempre han sido una banda que está en la búsqueda del equilibrio y la armonía. Como sea, alt-J nos entrega en esta ocasión un disco liviano, más experimental y, lamentablemente, menos conciso que sus dos placas previas.
Relaxer: La experiencia más liviana de alt-J
De forma general, RELAXER es un disco atmosférico y relajado, aunque con varios momentos de tensión. El sonido folk y étnico lo han llevado a un nuevo nivel, un nivel lleno de sobriedad y experimentación, más cercano a la estética rock que al pop con el que cautivaron a muchos de sus fans.
La mayoría de los tracks que presenta el disco tienen tempos lentos, con muchos silencios aunque también con una rica variedad de texturas y niveles de complejidad en la instrumentación. El sonido que se presenta en él parece invitarnos meramente a la contemplación de los paisajes que nos dibuja. Un paisaje que se alimenta de la evocación a la nostalgia que provoca el pasado, y proyecciones de un futuro pacífico. Esto lo logran a través de una buena combinación entre instrumentos análogos y electrónicos, lo cual genera que nos sintamos escuchando una placa que busca el equilibrio.
Las cuerdas son un elemento fundamental para construir la experiencia mística que rodea al álbum, y sin duda son lo más destacable, algo obvio si tomamos en cuenta que la London Metropolitan Orchestra participó con arreglos de cuerdas en 6 de los 8 tracks. Pero la identidad de RELAXER también está en los demás elementos sonoros que entran en juego, como por ejemplo, las voces, un elemento que es característico de la banda. Para la ocasión, han invitado a Ellie Rowsell (de Wolf Alice) y a Marika Hackman, compositora inglesa, para colaborar vocalmente, así como a Hinako Omori, compositora japonesa de música electrónica. Además, en el track 8, los niños coristas de la Catedral de Ely se encargan de darle un cierre vibrante y lleno de intensidad a la placa. Todo esto aunado a que las voces de Joe y de Gus están en la excelente forma que ya les hemos conocido.
Pero RELAXER es aún más ambicioso que eso. El track 2, «In Cold Blood», contiene acompañamiento de metales, algo que le va como anillo al dedo y que, sin duda, hubiese sido muy bueno que explotaran más. Además, hay que rescatar que Thom Sonny Green y Gus Unger, miembros de la banda, han dotado de equilibrio al disco mediante la programación de percusiones digitales y ambientes generados con teclados, algo muy neofolk, lo cual se combina bien con el arte gráfico general con el que le han promocionado.
En cuanto a narración y discurso, consciente o inconscientemente, la banda se ha dispuesto a trasladar su profunda e introspectiva narrativa hacia historias menos personales, aunque no por ello menos emotivas. Se han influenciado de varias obras literarias para mostrarnos tramas de un mundo que sólo existe en el disco y con el que no podemos intervenir ni identificarnos, sólo apreciarlo.
De forma cada vez más insistente, la banda ha puesto en sus metafóricas letras, elementos que nos transportan a otras realidades que no compartimos, convirtiéndonos en espectadores de historias extrañas pero muy cautivadoras. El ejemplo más concreto es lo que pasa en «Adeline», canción que trata sobre un demonio de tasmania que se enamora de una chica mientras la ve nadar. Cada canción del disco se construye en torno a este tipo de relatos que esconden significados de proyecciones juveniles.
El problema más fuerte del disco es la falta de ideas sólidas e innovación, algo que hace que sea una placa pobremente argumentada. Por muchos momentos encontramos una repetición medio simple de lo que ya habían presentado en sus dos anteriores trabajos, aunque en muchas otras veces, escuchamos destellos de una mágica creatividad que alt-J ha perfeccionado para cautivarnos. Durante una entrevista, la banda reveló que para este nuevo disco habían ocupado viejas ideas que se les habían ocurrido en varios momentos, principalmente cuando aún eran estudiantes de la Universidad de Leeds. Tal vez por ello el disco en muchos momentos se siente difuso, como si no retratara algo en especial sino muchas cosas separadas. ¿Tal vez no hubo el suficiente tiempo para filtrar las ideas que no encajaban, o no hubo buenos filtros para determinar lo que tenía la suficiente calidad? Puede ser, o al menos así se siente por momentos.
RELAXER no es un disco malo, pero no es un disco con la suficiente fuerza e identidad. El cambio de estética hacia un lado más rock y oscuro probablemente hará que sus fans más superficiales se sientan alienados, mientras que, los conocedores de la esencia de la banda, apreciarán una simple falta de cohesión e ideas más sorprendentes. Aún así, el disco es digno de ser parte de la discografía de la banda y nos da una perspectiva más amplia del sonido que alt-J puede crear.
alt-j es una banda de art rock formada en el 2007 en Leeds, Inglaterra. Sus integrantes se conocieron mientras cursaban en la Universidad la carrera de Bellas Artes. Su álbum debut, An Awesome Wave (2012) ganó el Mercury Prize, y con ello, la admiración de todo el mundo. Su segundo material de estudio, This is All Yours (2014), recibió una nominación al Grammy por Mejor Álbum de Música Alternativa.
