La tradicional lista de los mejores discos.
[¡Te presentamos nuestros favoritos, y por tanto, los que consideramos los mejores discos 2015!
No hay mejor forma de acabar el año que haciendo una lista con los discos que más nos han gustado. Sabemos que determinar las “mejores” obras artísticas dentro de cualquier espectro es sumamente difícil y relativo, pero también sabemos que, así como hay espacios que nos separan, hay líneas culturales que nos unen y en donde los seres humanos podemos entrar en ciertos acuerdos artísticos. Así que lanzamos esta lista con nuestra propuesta de los discos más bellos que salieron durante el 2015.
Por favor, ¡retroalimenten la lista con su propia propuesta! Déjenla en los comentarios de este post.]
10. Depression Cherry – Beach House
Un disco espiritual que evoca en todo momento a un viaje hacia la conciencia, la levedad y la distancia que nos separa de los sueños y el amor. No es tan sofisticado y suave como la cumbre de su carrera Teen Dream (2010), pero sigue conectando emocionalmente como pocos sonidos de la actualidad lo logran. Incluso, nosotros lo posicionaríamos como el segundo mejor álbum de la banda.
9. Honeymoon – Lana Del Rey
Con un disco mucho más lento y depresivo de lo esperado, Del Rey logra redefinir su estilo y encaminarlo hacia pasajes reflexivos, música más inteligente y un altísimo dominio de su voz. Este álbum es una de las más gratas sorpresas que nos dio el 2015. Una joya que jamás veíamos venir.
8. Are You Alone? – Majical Cloudz
El segundo álbum de esta banda minimalista es una extensión directa de su aclamada obra maestra Impersonator (2013), y eso es algo que debería bastar para que cualquier persona que no lo ha escuchado, lo hiciera en este mismo instante. La sensación general del disco es más orgánica y delicada, con ambientes que pareciera podrían romperse en cualquier instante, pero que al final sobreviven para contarnos lo que hay dentro del alma de Devon Welsh y Matthew Otto.
7. II – METZ
Más potentes y oscuros, los canadienses regresaron con su segundo álbum para demostrar que pueden destrozar muchas cabezas más con su punketero noise. La intensidad con la que logran hacer música es digna de escucharse muchísimas veces, y afortunadamente, eso se puede hacer en II sin que resulte en una experiencia monótona o desgastada.
6. How Big, How Blue, How Beautiful – Florence and The Machine
El disco más personal de la pelirroja inglesa sorprende por la gran carga emotiva que nos arroja en todo momento. Tal vez la orquestación y la sonorización tan espectacular a la que nos acostumbró con sus dos primeras placas se extrañó, pero todo fue recompensado al dejarnos ver su corazón abierto y vulnerable, lejos de máscaras que ocultaban una belleza que ahora es palpable. La portada (al compararla con la de sus otros discos), es una muestra clara de lo que uno puede encontrar en sus entrañas.
5. Music Complete – New Order
Cuando nadie apostaba por el nuevo disco de una banda que parecía haberlo dado todo y sumida en diversos problemas legales y de identidad, llega Music Complete para demostrarnos que los años de experiencia no pasan en balde. Con sofisticación, elegancia y destellos de genialidad, Bernard Sumner y compañía reposicionan el nombre de la mítica banda como parte de la cumbre de la electrónica, dejando de lado la fasceta guitarrera de sus dos previos álbumes.
4. New Bermuda – Deafheaven
Dafheaven logra llevar su metal a nuevos límites con New Bermuda, haciendo de su experiencia sonora toda una declaración de una guerra contra los paradigmas del género. Crípticos, progresivos y llenos de maestría, esta banda se consagra ya como una de las mejores de toda la década.
3. Vulnicura – Björk
Orquestación oscura y electrónica matemática dispuesta por Arca, productor venezolano. Melodías que estremecen los sentidos. Con su característica marca personal, la artista abre su alma y su pecho para mostrarnos su esencia a través de la experimentación musical a la que se ha entregado toda la vida. Conceptualmente, esta obra refleja la triste línea cronológica que la islandesa peregrinó durante su separación con el padre de su hija. Un álbum donde el dolor impregna todas las paredes del disco. Cuando escuchamos este disco por primera vez a principio de año, sentíamos que se nos salía el corazón. Ahora, sigue siendo igual.
2. Art Angels – Grimes
Art Angels es un viaje al imaginario más dulce de los 90, permeado con una electrónica muy variada en efectos y estructuras. Con este álbum podemos ser testigos de cómo el pop puede desatarse de sus paradigmas para reinventarse sin perder su esencia comercial. Además, este disco tiene puntos extra por haber sido producido y ejecutado en su totalidad por ella sola.
(Canadá está despuntando a pasos agigantados en la Industria Internacional, para muestra, con este disco son tres los canadienses que están dentro de los mejores del año).
1. To Pimp a Butterfly – Kendrick Lamar
El poeta Lamar logró una placa implacable y muy precisa, en donde se cuestiona en todo momento los valores absurdos e hipócritas que integran a la sociedad actual. En To Pimp a Butterfly, tenemos un álbum incendiario en el que cada canción detalla el sufrimiento que han atravesado la gente de color en los Estados Unidos, y ese sufrimiento lo plasma tan majestuosamente, envolviéndolo con sonidos característicos de su gente, que se convierte en un verdadero documento histórico trascendental para entender la cosmovisión de la comunidad «negra». Sin duda, el mejor álbum del 2015.