[¡La tradicional lista de los mejores álbumes. Te presentamos nuestros favoritos, y por tanto, los que consideramos los mejores discos del 2014!
No hay mejor forma de festejar la Navidad y acabar el año que haciendo una lista con los discos que más nos han gustado. Sabemos que determinar las «mejores» obras artísticas dentro de cualquier espectro es sumamente difícil y relativo, pero también sabemos que, así como hay espacios que nos separan, hay líneas culturales que nos unen y en donde los seres humanos podemos entrar en ciertos acuerdos artísticos. Así que lanzamos esta lista con nuestra propuesta de los álbumes más bellos que salieron durante el 2014. Por favor, ¡retroalimenten la lista con su propia propuesta! Déjenla en los comentarios de este post. Este blog es para ustedes, es para todos.]
30. Blood Red Shoes – Blood Red Shoes
Blood Red Shoes logró demostrar con éste, su cuarto álbum de estudio, que puede reinventarse dentro de un género excesivamente monótono como lo es el garage rock. Crípticos y eléctricos; densos y estruendosos: el dúo inglés demuestra su vigencia en el indie inglés, diez años después de que aparecieran en escena.
29. Los Últimos Días de Pompeya – Hiagen
Una de las más agradables sorpresas del año. Hiagen muestra una gran audacia, viveza y gran experiencia en su quehacer, pese a que esta es apenas su segunda placa. Lamentablemente la industria internacional en estos momentos está volcada completamente en la moda folk pop, por lo que un disco de rock progresivo español como lo es Los Últimos Días de Pompeya está destinado a ser relegado por el público. Sólo el tiempo le dará el verdadero lugar y honor que le corresponde.
28. Nobody Wants to Be Here and Nobody Wants to Leave – The Twilight Sad
Aunque Nobody Wants to Be Here and Nobody Wants to Leave no es superior a su predecesor, sigue siendo un trabajo buenísimo que aporta mucho al universo sonoro construido por la banda en cada álbum. Con este trabajo, The Twilight Sad se termina de posicionar como una de las mejores experiencias post-punk que existen.
27. La Isla Bonita – Deerhoof
Una de las bandas de punk (y muchas otras cosas) más experimentales que hayan existido vuelven a sorprender una vez más con uno de los mejores álbumes que han compuesto. Su música, sinónimo de extravagancia y locura, demuestra que su lugar se lo han ganado no por coincidencia, sino por una muy trabajada forma de entender el arte y los conceptos con los que juegan.
26. Dances in Dreams of the Known Unknown – The Skull Defekts
La popularidad de esta banda sueca avanza rápidamente en los foros de melómanos. Dances in Dreams of the Known Unknown es justo el trabajo que una banda necesita para convertirse en una propuesta de culto. Oscuro, tentador y experimental; el álbum es la perfecta consolidación de las experimentadas carreras de los músicos que componen la agrupación.
25. The Best Day – Thurston Moore
El mejor álbum de Thurston Moore como solista. The Best Day es lo que cualquier fan de Sonic Youth podría esperar: ráfagas potentes de distorsión melódicamente hermosa. Sólo alguien que le ha dedicado su vida al noise como lo es Thurston podría llevarlo a una nueva dimensión y plasmarlo de una forma tan precisa y preciosa.
24. La Deriva – Vetusta Morla
En La Deriva, Vetusta Morla reestablece su calidad compositiva y creatividad al mismo lugar que nos enseñó en su debut. A través de 12 canciones políticas, los madrileños lanzan arteras críticas sociales disfrazadas de himnos pop. El resultado final es un muy pertinente y vigente trabajo lanzado en medio de una turbulenta crisis económica.
23. Habla tu Espejo – El Cuarteto de Nos
En Habla tu Espejo, los integrantes dejaron de lado un poco la comicidad y el humor ácido optando por un abordamiento mucho más íntimo y «maduro». El álbum recorre problemas existenciales narrados de forma defensivamente reflexiva y no ofensivamente sarcástica como habían acostumbrado en anteriores trabajos, además de evocaciones a sentimientos que son contadas en historias que se sienten más reales, más personales y con las que nos podemos sentir más identificados, y al mismo tiempo, conocer verdaderamente las meditaciones más profundas del vocal y líder Roberto Musso, sin que hayan sacrificado la complejidad narrativa que acostumbran. Definitivamente este es uno de los mejores trabajos de la agrupación.
22. Lost in the Dream – The War on Drugs
Para muchos medios de comunicación, este fue el mejor álbum del año. Para nosotros es uno de los mejores, pero queda superado por otros discos por su poco atrevimiento. Evocaciones tan directas de sus influencias hacen emerger al disco en un mar de nostalgia absoluta que redefine su identidad a través de solos de guitarra que parecen eternos.
21. So Long, See You Tomorrow – Bombay Bicycle Club
So Long, See You Tomorrow es un disco que roza con límites surrealistas. Incitantemente parece ser hecho conscientemente, pero en realidad, suena lejano a algún estado de vigilia y más cerca a lo que sería un sueño lúcido. El experimento de mostrarnos un pop poco nítido se ha convertido en el mejor álbum de la agrupación.
20. Carry on the Grudge – Jamie T
Carry on the Grudge es el intento de llevar el indie rap de Jamie T a las masas juveniles, sin perder sus críticas punzantes de la gris Inglaterra. Aunque este es el peor trabajo de Jamie T, el talento nato con el que cuenta el inglés le alcanza para posicionar su tercer álbum como uno de los mejores del año.
19. Blues Pills – Blues Pills
Blues Pills la tenía muy fácil y ha fallado. La música que nos había presentado en su EP del 2013 conquistaba los oídos a la primera. Ahora, con su primer LP de larga duración, ha cambiado un poco las fórmulas y no ha conseguido transmitir de manera tan provocativa su combinación de rock psicodélico con el blues tan sensual que ya nos había flechado. Este pudo haber sido el álbum del año, sin embargo, ahora nos tenemos que conformar con un simple muy buen disco.
18. Time Is Over One Day Old – Bear in Heaven
Bear in Heaven ha vuelto a cautivarnos con su hipnotizante pop sofisticado. En su cuarto trabajo de estudio, la banda muestra algo parecido a lo hecho en su placa maestra Beast Rest Forth Mouth (2009), conservando su estética minimalista y calidad de manufacturación.
17. Himalayan – Band of Skulls
Band of Skulls tiene la gran capacidad de crear canciones memorables, sin un desgaste significativo en sus ideas o en su estilo. Su última placa culmina una excelente tercia de álbumes perfectos para los amantes del importante revival psicodélico que ésta década está dando al mundo.
16. Indie Cindy – Pixies
Al final, Black Francis, David Lovering y Joey Santiago nos callaron la boca con un álbum que, aunque no es lo mejor hecho por ellos, sí contiene la eterna furia, vitalidad y excelente capacidad de construcción melódica que los ha caracterizado en su larga trayectoria. ¿Un nuevo álbum de los Pixies? Nos encantó la idea. ¿Un nuevo álbum de los Pixies que en realidad sólo son sus últimos tres EPs reunidos y sin Kim? Mehhh.
15. This Is All Yours – alt-J
∆ o alt-J, como se le conoce también, se está posicionando fuertemente en el panorama como una banda gigantesca. En esta ocasión, decidieron hacer un álbum que recuerda la fuerte herencia cultural de Inglaterra y el mundo, bañándolo en un tinte vintage lúcidamente trabajado. Han salido bien parados en la prueba de fuego (el segundo disco), y ahora, tienen el camino completamente limpio para lograr consagrarse.
14. Everyday Robots – Damon Albarn
Años y años de espera valieron la pena. El debut de Albarn como solista está impregnado de un sonido tranquilo, en donde durante 45 minutos, Damon nos lleva de la mano por un viaje en el que devela actitudes impuestas por un imperialismo cultural posmoderno. El disco es intimista en el sentido de que nos brinda la mirada muy personal que el ex-líder de Blur tiene del mundo. Una observación de las sociedades industrializadas en donde analiza la relación entre naturaleza, tecnología y comunicación.
13. Goddess – BANKS
Banks, la diosa hipster, logró crear uno de los mejores álbumes del año mezclando de forma convincente post-dubstep con el clásico pop de masas y un R&B contemporáneo muy oscuro. A través de una hora completa nos muestra robustas composiciones que traslucen su alma.
12. Here and Nowhere Else – Cloud Nothings
En este álbum de la banda se nota más agresividad que en sus trabajos previos. En general se puede decir que logran consolidar un sonido más furioso y nihilistamente desgarrador, eso sí, sin llegar a crear momentos tan melódicamente épicos como Attack on Memory (2012) nos regalaba desde los primeros minutos del álbum con »No Future/No Past» y »Wasted Days».
11. The Endless River – Pink Floyd
El regreso y despedida de una banda como lo es Pink Floyd primero emociona, luego intriga y por último hace dudar a todos los que le hemos rendido culto durante años. Al final, el resultado fue muy consistente, sin llegar a ser la octava maravilla. Un disco sobrio que cierra de forma adecuada una de las mejores discografías que se hayan creado. La situación de no contar con letras se ve compensada con poderosas composiciones que reiteran el característico sonido pinkfloydiano que cautivó a miles de personas durante los 30 años en que existió la agrupación. Completamente nostálgico. Completamente melancólico.
10. Antemasque – Antemasque
Aunque hace dos años, Omar Rodríguez y Cedric Bixler disputaron una pelea personal que terminó en la disolución de la mítica The Mars Volta, su «reencuentro» era sólo cuestión de tiempo al tener una amistad muy fuerte y estrecha que se remonta a su adolescencia. Ahora, a punto de ser cuarentones, vuelven para demostrar que la reinvención es su mentora y la insania su cautivante argumentación. El álbum tiene toques del hardcore punk noventero que tocaban en su juventud, las secuencias progresivas más maduras con las que hicieron carrera y la herencia bluesera con la que se criaron; todo atiñado de negro para crear una estética post-punketa que huele a garage moderno. El jugueteo con tantos géneros en tan sólo 35 minutos y de una forma tan fluida hace ver que la peregrinación que se aventaron estos cuates por el mundo del rock no fue en vano. Se apropiaron de todo lo que vivieron y lo demuestran en este álbum.
09. ††† – †††
La mayoría de las canciones dibujan ambientes electrónicos espesos y etéreos; con guitarras por momentos muy limpias que redirigen el viaje musical; con la voz de Chino en primer plano hablando de frialdad, aislamiento e incertidumbre entre otras cosas. Tal vez no es una obra maestra, pero al menos sí es de los mejores álbumes de este 2014.Los fans de Deftones y de Far dirán que probablemente no es lo mejor que se ha hecho; no es un Around the Fur (1997), un Water & Solutions (1998) o un White Pony (2000); pero lo cierto es que es un álbum que se desarrolla con mucha fluidez; que goza de un buen equilibrio de complejidad, sutilidad, agresividad y docilidad manteniendo siempre atento al escucha.
08. El Pintor – Interpol
El ejercicio de Interpol por llevar su oscuridad a estructuras más complejas ha dado como resultado uno de los discos más finos, sublimes y elegantes del año. No sólo se trata de otro disco de la banda, se trata de una evolución que le otorga un estatus de legendaria.
07. La Gárgola – Chevelle
La fluidez del álbum es asombrosa, manteniendo un buen nivel de cambios estructurales, matices, variaciones de efectos y diversidad de elementos que hacen a éste, uno de los más sorprendentes y mejores álbumes de su carrera. En la más reciente producción de Chevelle titulada La Gárgola, los integrantes retoman (para sorpresa de todos) sonidos más ásperos y crudos, ensombreciendo las atmósferas en sus canciones, experimentando ahora más que nunca tanto con la voz de Pete como con disonancias, generando mucha tensión en las canciones pero controlando magistralmente la experiencia.
06. Enclosure – John Frusciante
Aunque John Frusciante cuenta con una discografía emblemática, experimental y de culto; está lejos de habernos mostrado lo mejor de él. Para muestra su último trabajo en el que plasma muchas interesantísimas ideas musicales que recorren diversos géneros musicales como si fuera lo más fácil de hacer. No deja de ser extraño que los medios hayan recibido a ésta, la mejor placa del músico neoyorquino, subestimándola y menospreciándola de una forma drástica.
05. Lazaretto – Jack White
Increíblemente Lazaretto supera en muchos aspectos al galardonado y alabado Blunderbuss (2012). Jack White demuestra que puede llegar aún más lejos de lo que ya ha hecho, creando esta fenomenal pieza de arte en donde desata mucha furia y locura, explorando una sólida gama de géneros diferentes que se conectan con el blues. Lo más característico del álbum son sus particulares letras, en donde encontramos a un White con sentido del humor, redescubriendo sus pensamientos juveniles.
04. St. Vincent – St. Vincent
Una de las primeras joyas que nos regaló el año fue el último disco de St. Vincent, en donde la artista se vuelca en un viaje distímico embellecido por un pop experimental realmente abrazador. Una producción inmejorable que cada día nos parece más sobresaliente. Una excelente colección de canciones dotadas de un alma fantástica y un sonido futurista. El mejor álbum de la texana que será extremadamente difícil de superar.
03. 9 Dead Alive – Rodrigo y Gabriela
9 Dead Alive es un álbum conceptual en el que Rodrigo y Gabriela rinden homenaje a nueve muertos que siguen permeando en el mundo contemporáneo. 9 canciones dedicadas a personajes que han transformado su cosmovisión. Esta dicotomía que ellos encuentran entre el influjo de su vida por parte de seres que representan la muerte, se ve reflejada en el álbum con sonidos que evocan soledad, supresión y defunción, pero que al mismo tiempo funcionan para otorgarle vida y un gran dinamismo al álbum en su totalidad.
9 canciones en donde maquinalmente se construyen profundas composiciones que suenan auténticamente a heavy metal, hechas a través de solamente 12 cuerdas.
02. Eighteen Hours of Static – Big Ups
Con un debut sin pretensiones, Big Ups nos presenta una visión moderna del punk: orgánica, oscura, con declamaciones nihilistas sobre la vida moderna y gritos desesperados por encontrar algo de profundidad en la vida cotidiana.
Eighteen Hours of Static es la búsqueda de un sentido de viaje que recobra la actitud que el rock a veces parece perder. Una obra maestra para los ansiosos de sonidos más sinceros.
*Dato curioso que no sabemos si lo sepa alguien: En la película de Contact (1997), se hace alusión a una grabación de 18 horas de estática.
01. Royal Blood – Royal Blood
En esta época, con la historia del rock ya demasiado avanzada, es extremadamente difícil crear rock atractivo para todo el público sin perder la potencia y densidad que es característica del género. Por tanto, la proeza que ha logrado Royal Blood no es menor: hacer uno de los álbumes debuts que se han vendido más rápidamente en Inglaterra, conservando la furia garagera, ¡sin ocupar una sola guitarra!
Royal Blood es un producto cultural que retrata magníficamente el desesperado grito transgresor de la juventud contemporánea por tratar de ser diferentes, pero sólo en apariencia ya que al final, la escencia es la misma. Un disco que relega las banalidades para ofrecernos un asalto sin complejos a través de solamente una batería, un bajo y una voz.
Royal Blood está en camino para ser un producto mediático del gusto masivo, pero eso es sólo la consecuencia de su sensible calidad para construir piezas memorables que interpelan la atronadora voz de la sociedad de masas.