Los mejores discos del 2020… el horrible 2020.
2020 fue un año horrible, pero, pese a todo lo malo que representó, la verdad es que musicalmente fue un año abundante, con muchísimos artistas componiendo durante la pandemia e impulsando sus proyectos y lanzamientos hacia adelante porque no había de otra. Como cada año, hubo discos que me parecieron mejor hechos, más bonitos y más interesantes que otros, así que aquí les va mi lista de los que yo considero los mejores álbumes del peor año de la vida:
20. EL ÚLTIMO TOUR DEL MUNDO – Bad Bunny
Que este disco esté al inicio de la lista es en realidad porque quiero dar una postura: Los discos que están en esta lista son los que YO considero los MEJORES del año, cada uno por razones muy diferentes y variadas. De manera general, podría decir que son los que más disfruté y en los que encontré más valor o una voz que conectó conmigo. Así que el chiste de hacer una lista como esta es simplemente intentar persuadirte de escucharlos si no lo has hecho ya. No pretendo imponer ninguna opinión.
Hablando específicamente de EL ÚLTIMO TOUR DEL MUNDO de Bad Bunny, este es un disco en donde el artista puertorriqueño ha logrado conjugar diferentes influencias musicales (trap, rock, electrónica, pop) de manera coherente y divertida, alejándose del reggaetón explosivo para entregarnos una experiencia mucho más sentimental e introspectiva. Toda la producción es una maldita cátedra de primer nivel. Estamos ante un disco que sintetiza el mejor momento que está viviendo la música latina en el mundo, pero que al mismo tiempo se atreve a llevarla a nuevos niveles que conectan con los sentimientos de una generación que vive emocionalmente rota, anhelando y presumiendo lujos, cobrando la quincena y quejándose de la maldita pobreza.
Escrito y grabado durante la cuarentena, EL ÚLTIMO TOUR DEL MUNDO es una bomba de influencias latinas y anglosajonas fusionadas para dar un resultado versátil y brillante.
Hay muchas razones por las que es posible que no te guste Bad Bunny, pero creo que vale mucho la pena darle al menos una oportunidad a EL ÚLTIMO TOUR DEL MUNDO, manteniéndose lejos lo más posible del prejuicio, como en realidad deberíamos de escuchar cualquier obra. Estoy seguro que este disco callará un montón de bocas para quienes se atrevan a prestar oídos.
19. The Baby – Samia
Íntimo, divertido y muy soft; el debut de Samia, una neoyorquina de 23 años de edad, nos da un elegante recorrido por las vulnerabilidades de la adultez temprana.
The Baby es un disco pop de voz, guitarras acústicas y piano, minimalista en su sonido, pero muy emocional e introspectivo en su mensaje.
18. Pink – Two Feet
Un disco muy complaciente, comercial y predecible, pero muy bien ejecutado. Aunque Will Dess opta por continuar con el sonido básico que ya había presentado en su debut, la verdad es que aún así es un álbum potente y entretenido de escuchar. Con muchas influencias de jazz, blues, electrónica, pop y rock alternativo, Pink es un disco seductor y fácil de entender para todos, algo que es mucho más difícil hacer de lo que parece.
17. The Slow Rush – Tame Impala
Aunque el sonido de Tame Impala en este punto de su carrera ya es bastante predecible, aún así sigue siendo igual de cautivante. Nada nuevo hay en The Slow Rush ya que vuelve a ser un disco de un fino pop psicodélico, pero aún así es una placa muy sólida que nos demuestra las habilidades extraterrestres de Kevin Parker para producir grandes álbumes llenos de detalles que hay que desentrañarlos a través de muuuchas escuchas.
16. oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ – Triángulo de Amor Bizarro
Yo creo que este es el tercer mejor álbum en la carrera de esta banda española de noise rock (sólo se queda atrás de su debut y de Salve Discordia). Y aunque definitivamente no es su mejor producción, le basta para posicionarse como uno de los mejores álbumes del 2020. Cuenta con todos los elementos que nos fascinan de esta banda como lo es su característica reverberación, letras nihilistas y mucho vigor. Aplausos para el track tan grandioso que abre el disco: «Ruptura», el cual es una bofetada de poder llena de muchos synths y autotune.
15. Dreamland – Glass Animals
Con un pop y R&B alternativo comercial, cada álbum de Glass Animals me ha parecido sobresaliente y Dreamland no es la excepción. Ya sé, no es un álbum que nos ofrezca nada nuevo, pero logra ser bastante efectivo en lo que se propone sin pretensiones: ser un excelente disco de pop.
Este disco es el más personal de la banda al ser un álbum conceptual inspirado en la infancia de su frontman Dave Bayley, conteniendo letras autobiográficas y muchas referencias a la cultura pop de finales de los 90s y principios de los 00s. Lleno de pasajes que transmiten mucha nostalgia, este es un disco muy ameno que puede servir para amenizar reuniones con amigos.
14. Man Alive! – King Krule
Con su combinación de punk, jazz y rock experimental, King Krule nos entrega un disco más amigable en las letras, aunque más raro en su sonido. Una excelente antología de sonidos oscuros, disonantes y llenos de toda la idiosincrasia inglesa que sólo Krule sabe retratar de forma tan poética.
Creo que no ha logrado estar al nivel de sus discos anteriores, pero sigue siendo sorprendente la calidad y madurez con la que presenta su música, completamente vibrante y llena de una identidad única.
13. Fetch the Bolt Cutters – Fiona Apple
Sin duda, para la mayoría de los medios más importantes de crítica musical, este fue el disco del año incluyendo a Pitchfork, Consequence of Sound, Entertainment Weekly, The Guardian, Paste, Stereogum, SPIN, etc., etc., etc. ¿Por qué tantos medios convergieron en decir que este es el mejor álbum del 2020? Me parece que la razón por la cual este disco ha sido tan bien recibido es por la brutal honestidad con la que Fiona va descociendo sus sórdidos pensamientos.
La producción también ha jugado un papel importante, al plasmar texturas que suenan rústicas y vibrantes, como si lo estuviésemos escuchando en vivo en la propia sala de nuestra casa. Aunque es un excelente disco, también creo que la crítica ha exagerado un poco al haberlo posicionado tan alto. Para mí, como pueden ver, aunque es uno de los mejores del año, no entra ni en el top 10.
12. Atlas Vending – METZ
Afortundamente, Atlas Vending es el trabajo más duro y directo que han elaborado los canadienses METZ. Con su característico sonido de hardcore-punk y noise rock potenciado, METZ ha logrado reivindicarse después del tropezón que fue su disco anterior, Strange Peace, el cual sonaba poco interesante pese a haber sido grabado por mentes brillantes como Steve Albini y Graham Walsh de Holy Fuck.
11. 2017 – 2019 – Against All Logic
Nicolás Jaar se ha convertido en uno de los productores de música electrónica más importantes en los últimos años. Sus colaboraciones con FKA Twigs y Björk lo han posicionado en un lugar de culto en la producción electrónica. Este año ha lanzado 3 álbumes, 2 bajo su nombre de pila y éste, el cual es el segundo que lanza bajo el nombre de Against All Logic. Una muy chida compilación de tracks de electrónica inteligente y experimental que ha producido del 2017 al 2019.
10. Ohms – Deftones
Ya lo había dicho en el Worst to Best de Deftones: El último disco de la banda fue una sorpresa muy agradable. Sumamente intenso pero al mismo tiempo orientado hacia un dream pop muy distorsionado y lleno de sintetizadores, Ohms amplió un poco más el espectro musical de los discos de Deftones. Sin embargo, también debo de decir que en este álbum, la fórmula de Deftones llega a sonar por momentos desgastada. Si la banda quisiera permanecer vigente, debería dar un giro radical para su siguiente producción.
9. Ultra Mono – IDLES
El tercer álbum de esta banda de Post-Punk mantiene el nivel de calidad de sus dos producciones previas, rebelando que la calidad y el halo de banda de culto que se ha ganado en los últimos años es más que merecido. Lleno de una producción radiante, mucha distorsión y punk, Ultra Mono sigue manteniendo mucha furia, ampliando un poco los horizontes musicales que hasta el momento la banda había presentado.
8. Black Aura My Sun – Deserta
Otro álbum debut muy formidable. Deserta nos presenta un disco de shoegaze psicodélico muy bien logrado que definitivamente esperaba ver en muchas listas de lo mejor del año y no ha pasado. Lleno de una paleta de sonidos muy ricos en texturas, funciona muy bien como un álbum nostálgico que evoca directamente a los mejores momentos de M83, Slowdive y Cocteau Twins. Detrás de esta banda está Matt Doty, quien lleva produciendo y siendo músico un par de décadas, algo que se nota en la producción tan finamente cuidada que tiene este disco.
7. Free Love – Sylvan Esso
Sylvan Esso creo que es de las bandas más infravaloradas que existen en la actualidad. Aunque poco a poco su carrera se impulsa, aún está lejos de ser una banda apreciada. Vaya, tampoco es que su música sea excepcionalmente única, pero creo que dentro de la escena de pop alternativo, es una de las bandas con más presencia e ideas musicales.
Con una producción por momentos extraña y por momentos cautivantes, Free Love es un álbum muy consistente, delicado y divertido de escuchar.
6. Shabrang – Sevdaliza
Un álbum que cuando salió hizo algo de ruido, pero que al final no lo vi en prácticamente ninguna lista de lo mejor del año. Con un art pop / trip-hop / R&B alternativo, la iraní Sevdaliza nos ofrece un viaje súper bello y delicado, muy emocional, lleno de ideas musicales multiculturales que inmediatamente nos remiten a Björk y a Portishead bañadas con un aura de medio oriente.
5. Sin Miedo (del Amor y Otros Demonios) ∞ – Kali Uchis
Kali Uchis nos entregó un segundo álbum muy consistente, predominantemente en español, que pone en alto el poder de la música latina. Desde bolero y reggaetón hasta trip hop y neo soul, Uchis hace música extremadamente fina y sofisticada. Cada track es un viaje único, difícil de encajar en géneros específicos, pero que en suma, funcionan de manera perfectamente engranada como una experiencia muy consistente.
Como dice ella misma, es una perra de clase que sabe perfectamente lo que hace.
4. Black Foxxes – Black Foxxes
Un disco de rock alternativo hecho y derecho. Los otros dos discos de Black Foxxes me habían gustado un montón en su momento, por lo que fue una mayor sorpresa toparme este año con una experiencia aún mejor de lo que ya nos habían presentado.
Este es otro disco de este año que, en sonido, no hay demasiada innovación, pero que pese a ello, la ejecución es tan perfecta que no se le puede reprochar nada, simplemente disfrutarlo como es: como un álbum de rock sin mayores pretensiones. De hecho, para mí este fue el mejor disco de rock del año. Una joya.
3. UNTITLED (Black Is) – SAULT
Un disco que ha sido aclamado por casi todos los medios especializados. No es para menos.
SAULT representa todos los valores que nos gustaría que los artistas representaran, de manera general, casi siempre: colectividad, anonimato, filantropía. Ellos le dan mucho más valor e importancia a su arte que a su figura como artistas, por lo que han mantenido su identidad en anonimato, lanzando hasta el momento 4 discos sin que se conozca mucho sobre ellos y sin dar espectáculos en vivo.
Con un sonido que emula y reinterpreta a toda la tradición negra (soul, funk, R&B), SAULT logró en este disco nutrirse de todo un contexto socio-político para dar voz al movimiento social más importante del 2020: BLACK LIVES MATTER, canalizando todo el dolor, rabia e injusticia de quienes se ven amenazados por un sistema racial y opresor. Sin duda, este disco es una piedra angular para entender una parte del significado de lo que fue el 2020.
“Presentamos nuestro primer álbum ‘Sin título’ para marcar un momento en el tiempo en el que nosotros, como Black People y Black Origin, estamos luchando por nuestras vidas. RIP George Floyd y todos aquellos que han sufrido la brutalidad policial y el racismo sistémico. El cambio está sucediendo … Estamos enfocados ”.
―Declaración de misión publicada en línea junto con UNTITLED (Black Is)
2. Miss Anthropocene – Grimes
Aunque esta lista no tiene ninguna intención de ser «objetiva», la verdad es que con Grimes pierdo completamente cualquier punto de referencia coherente y objetivo que pudiera tener. Simplemente me encuentro fascinado por todo lo que ella hace, y para muestra es que el disco que lanzó este año, Miss Anthropocene, me parece P-E-R-F-E-C-T-O. No hay nada en él que sobre ni nada que falte.
Miss Anthropocene es un álbum conceptual de electrónica, que nos habla sobre un personaje ficticio, inspirado en la mitología romana, que hace alusión al cambio climático. Más oscuro y experimental que su disco anterior Art Angels, Grimes se embarcó esta vez en un proyecto ambicioso, lleno de influencias de música industrial, ambient y dark.
«Delete Forever», «Violence (Original Mix)», «We Appreciate Power», y básicamente todas las canciones del disco, son para mí una clara evidencia de que este es el punto más alto en la carrera de Grimes.
1. Heaven to a Tortured Mind – Yves Tumor
Pfffff… qué discazo. El disco que más disfruté este año sin ninguna duda. Hace 2 años, cuando salió su producción previa, Safe in the Hands, la crítica mundial lo alabó, pero yo sinceramente quedé con un sentimiento agridulce. Con este disco me parece que está más que justificado por qué Yves Tumor amplía cada día más su sólido séquito de fans.
Jugando con diferentes géneros como soul, rock, psicodelia, pop; Tumor amalgama todo con capas y capas de experimentación y detalles que son difíciles de apreciar en su totalidad durante la primera escucha del álbum. Este es el ejemplo perfecto de lo que es un grower, un disco que en cada vuelta que uno le da, se encuentra con tanta riqueza y variedad tan artesanalmente trabajada, que crece más y más. Pero el adjetivo con el que podría catalogar mejor a Heaven to a Tortured Mind es OBRA MAESTRA, sin más ni más.
Aunque lo he visto en muchas listas de lo mejor del año, también me ha sorprendido que no haya logrado ser declarado como el álbum del año por creo que nadie. Esto es algo que no logro entender ya que es obvia la maestría con la que ha podido encontrar un equilibrio perfecto entre experimentación, rareza, pop y hitazos comerciales.
