Hoy, en un movimiento inesperado, Beyoncé ha lanzado al mercado un nuevo álbum. Bajo el título de Lemonade y con un short film promocional de 60 minutos estrenado en HBO, la artista de R&B ha estrenado 12 nuevas canciones que se sienten sólidas y muy bien construidas, que narrativamente continúan mostrando los intereses que ya había expuesto hace tres años en su álbum Beyoncé (2013), el cual exploraba un sonido más oscuro que sus anteriores trabajos, letras sociales, y que también fue lanzado repentinamente.
El 13 de diciembre de 2013 apareció un nuevo disco de Beyoncé en iTunes, sin que nadie tuviera conocimiento previo del asunto. Posteriormente se supo que la artista había estado trabajando en secreto en su nueva placa y la había liberado espontáneamente como forma simbólica de renunciar al control, lo cual iba muy a tono con la temática post-feminista que abordaba en la placa.
Ahora la artista repite la historia, sin embargo, la ha llevado a nuevos límites, integrando en primer lugar temas más personales y políticos; en segundo, un rango vocal mucho más rico y lleno de matices; y finalmente, abordando un espectro más amplio de sonidos, algo que sin duda lo ha conseguido con el impulso de diferentes colaboradores que llevan el trabajo de Beyoncé hacia la perfección artística; creando un producto que sin duda le otorgará muchos premios a final del año y muy buenas calificaciones por parte de la crítica.
Durante la primera escucha del disco encontramos que lo más interesante en esta ocasión, sin duda, es la perfecta integración de diferentes géneros en un álbum de pop comercial. La apropiación de sonidos gospel, rap, soul, R&B, rock, pop, electrónica, dubstep, etc., se hace de forma muy natural y congruente, sin intentar pretender sonar a algo, sino utilizando estos sonidos como herramientas para fortalecer los mensajes sociales que la artista ha querido comunicarle al mundo.
James Blake, Jack White, The Weeknd y Kendrick Lamar, entre muchos otros productores, son los co-creadores de muchas texturas y ambientaciones que le dotan al álbum de una sagacidad interesante, alternatividad, y sobretodo, de solidez.
En esta ocasión los mensajes se han tornado profundamente más personales. Como dice la descripción del disco en TIDAL:
«Lemonade se basa en el viaje de auto-conocimiento y curación de cada mujer.»
De forma sumamente emocional, Beyoncé nos adentra en un viaje doloroso, lleno de culpas, arrepentimiento, inseguridades, perdón y curación; en donde destapa probablemente la infidelidad que sufrió por parte de su esposo Jay Z, así como otros comportamientos que ha padecido y que los libera en una catarsis musical.
Ella aprovecha la oportunidad para hacer de sus vivencias un reflejo de lo que adolece la sociedad, mostrando muchas vulnerabilidades, pero también formas de sanar, crecer y superarse; intentando empoderar y mostrar un camino de luz a las personas, sobre todo mujeres, que llevan una vida de sometimiento; todo encaminado hacia un final: la libertad, la cual, también es abordada desde un enfoque político en el tema «Freedom», en donde Kendrick Lamar interviene de forma precisa para protestar en contra de la violencia hacia grupos minoritarios por aspectos raciales.
Lemonade es un álbum conceptual en donde la mirada social y política nos empodera para hacernos capaces de hacer limonada de una vida que nos da limones. Un disco sencillo y comercial, pero que obtiene un valor artístico muchísimo más profundo que muchas obras pretenciosas que se les olvida que al final, el arte también es una herramienta para transformar realidades, y no sólo para satisfacer el ego del que lo crea.
Beyoncé es una cantante, bailarina, modelo, actriz y empresaria estadounidense. Nacida y criada en Houston, Texas, se presentó en diversos concursos de canto y baile cuando era niña y saltó a la fama a finales de los años 90 como vocalista principal del grupo femenino de R&B, Destiny’s Child. Una autodenominada «feminista contemporánea»; las canciones de Beyoncé se caracterizan a menudo por temas de amor, las relaciones, y la monogamia, así como la sexualidad y la toma de poder femenino. Sus primeros tres discos exploraban un R&B comercial tradicional. Su matrimonio con el rapero Jay-Z y su actuación como Etta James en Cadillac Records (2008) influyeron en su tercer álbum, I Am… Sasha Fierce (2008), que vio el nacimiento de su álter ego, Sasha Fierce y obtuvo el récord de seis premios Grammy en 2010. Beyoncé se tomó un descanso de la música en 2010 y se hizo cargo de la gestión de su carrera. Su cuarto álbum, 4 (2011), fue de tono más suave, explorando el funk de los años 70, el pop de los años 80, y el soul de los años 90. Su quinto álbum de estudio, Beyoncé (2013), fue aclamado por la crítica y se distinguió de sus lanzamientos anteriores por su producción experimental y la exploración de temas más oscuros.
