En un movimiento completamente inesperado, el viernes pasado salió una nueva producción discográfica de Kendrick Lamar; una obra que en realidad es una compilación de grabaciones no publicadas durante los últimos 3 años del artista (que eran, en gran medida, demos del maravilloso To Pimp a Butterfly (2015)), y que nos muestra a un Lamar más divertido, desorganizado y atrevido.
Parece ser que el artista ha decidido liberar este material, en parte por presión de los fans que exigían escuchar aquellas canciones no publicadas, en su versión de estudio, que en algunos eventos presentaba Kendrick con vanidad diciendo tener cientos de horas de grabaciones sin mostrar; y en parte por culpa del jugador de baloncesto LeBron James, quien expresamente pidió esto a través de un tweet. Como sea, lo realmente importante es que tenemos una nueva placa de Lamar en nuestras manos y eso es algo que se debe celebrar.
¿Realmente esto se podría considerar un cuarto álbum del artista, aun cuando se desconoce completamente el proceso de curación, no tiene una masterización, no tiene un nombre concreto y careció de los mecanismos tradicionales para su publicación y promoción? En parte no, en parte sí. No, porque como se ha dicho, esto corresponde más estrictamente a una compilación del material que, posiblemente por cuestiones de estética, no encajaba adecuadamente en To Pimp a Butterfly. Pero en parte sí: la calidad con que están hechas las maquetas verdaderamente tienen el sello de uno de los mejores raperos del siglo XXI. Las ideas que Lamar tiene en la cabeza son fantásticas y nos lo demuestra con un disco que no necesita de mayores artilugios para ser un trabajo muy consistente.
Aunque en muchos momentos se percibe claramente una falta de masterización (como su nombre indica), esto le ayuda al disco a forjarse una identidad clara, en donde se refleja a un Lamar áspero y muy honesto; pero también se debe decir que, el nivel de producción y mezcla es tan bueno, que en muchos otros momentos parece no necesitar ninguna mejora.
La cadencia y sprechgesang que Kendrick plasma en el primer track nos ensucia el camino, de tal modo que nos prepara para una experiencia más diluida y desalineada de las obras perfectas a las que ya nos tenía acostumbrados. «untitled 01 | 08.19.2014.» es, por mucho, una de las peores canciones de Kendrick, pero que aun así funciona para darnos un mensaje de honestidad y naturalidad.
A partir del segundo track, toda la experiencia en general mejora significativamente, mostrándonos muchas ideas musicales que Lamar ha tenido escondidas bajo la manga: jazz, improvisación y escabrosidad, todo amasado por una carga política importante que ha podido afilar durante varios años. Por supuesto, uno no puede encontrar en untitled unmastered. el nivel de complejidad narrativa que Kendrick plasmó en sus dos trabajos previos y en los que logró manifestar, a la perfección y con una belleza absoluta, aspectos socio-políticos pertinentes, pero aún así nos sigue prestando una mirada aguda y bien lograda de lo que para él es importante evidenciar.
En los tracks 2 y 7 es donde encontramos la cara más hip hopera del disco, mientras que en los tracks 3, 4, 5, 6 y 8, se nos recompensa a los escuchas con verdaderas joyas que se dan el lujo de recorrer otros sonidos más orientados al funk y al jazz; algo que no es la primera vez que hace el originario de Compton, y que esperemos lo siga haciendo.
Pimp-Pimp Hooray
Lo increíble de untitled unmastered., es que, pese a ser una obra que abarca un amplio espectro de sonidos y géneros, se engranan tan bien entre ellos que se solidifica adecuadamente la experiencia, formándose un álbum consistente y bueno. Para redondearlo más, Kendrick utilizó un leitmotiv en el disco que cohesiona y encamina todo hacia un mismo punto, por lo que durante los pequeños momentos que podríamos olvidar que estamos ante una obra completa, él nos lo recuerda con una frase que repite en varias ocasiones: «Pimp-Pimp Hooray.»
No se debe esperar el hito musical de Kendrick Lamar en lo que es una simple reunión de canciones que no han dado de sí lo suficiente como para estar en sus obras maestras, pero tampoco estamos hablando de una obra menor. untitled, unmastered. es una especie de spin off; algo que no está ni abajo ni arriba, sólo al lado, y que lanza un mensaje claro: no hemos escuchado todo lo que la voz y mente de Kendrick nos pueden dar.
Kendrick Lamar Duckworth es un rapero y cantautor estadounidense nacido en Compton, California. Consiguió llamar la atención después del lanzamiento en 2010 de su mixtape Overly Dedicated. Después de lanzar su primer álbum en 2011, Section.80, Kendrick ganó mayor popularidad, especialmente en internet, y fue escuchado por Dr. Dre, quien lo fichó para su sello Aftermath. Su debut bajo un sello mayor, good kid, m.A.A.d city, generó aclamación internacional en el 2012, considerándose rápidamente como uno de los mejores álbumes de rap de todos los tiempos. En 2015 lanzó To Pimp a Butterfly, obra que lo consolidó al ganar, entre otros premios, el grammy a mejor disco rap.
